sábado, 10 de marzo de 2012

Mujer y Trabajo



La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha del año 1908, donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían. También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York

Por ello, en 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, la alemana Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

En 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Que es fiesta nacional en algunos países.

La mujer sigue hoy día siendo discriminada en el trabajo, tienen una baja presencia en los órganos de administración de nuestras empresas (un 13,7% ), cobran un salario un 22% más bajo que los españoles y un desempleo mucho mayor.
Podríamos pasar días hablando, y veríamos las ventajas que para la economía española representaría una mayor igualdad entre hombres y mujeres, pero prefiero contar una anécdota que le ocurrió a una amiga hace unos años y que, por desgracia, es bastante frecuente en nuestro país.

Hace unos años la despidieron por solicitar una reducción de jornada, a la que tenía derecho, por lactancia. No sabía si denunciar a la empresa, pues si lo hacía, el despido sería declarado nulo y la readmitirían, debiendo devolver la indemnización que le habían dado (45 días de salario por año trabajado, más de lo que corresponde por el despido que le querían hacer).
Al tratarse de una empresa pequeña, debería estar con su jefa (que era mujer y madre), todos los días, después de esta mala jugada. Así que decidió no denunciar, cobrar el desempleo y buscar un nuevo trabajo (hoy tiene otro empleo, pero cuántas trabajadoras habrá en una situación similar y sin encontrar nada).

Esta historia se repite continuamente en nuestro país y no la resolvemos porque tenemos una legislación que no sabe conciliar la vida familiar y laboral de una forma adecuada. En España tenemos un problema enorme con la natalidad, como analizamos la semana pasada y debemos encontrar soluciones.


IMPORTANTE: Este lunes día 12 de marzo a las 18:25 vamos a realizar un taller sobre “Marca Personal y uso de las redes sociales para mejorar nuestras posiblilidades de empleabilidad”. Puede asistir quien lo desee (alumn@s, profesor@s...)

1 comentario:

  1. Algunos creen que la discriminacion a la mujer no existe, pero en realidad si que existe.
    Cuando vas a buscar un trabajo eligen antes a un hombre que a una mujer.

    ResponderEliminar